Aunque conciso y poco comentado, el trabajo del guitarrista en la década post-Led Zeppelin tiene numerosos hitos.
La muerte de John Bonham provocó la desaparición de Led Zeppelin. Después de un día completo de música y bebida, el corazón del baterista de 32 años dejó de latir. El 4 de diciembre de 1980, los remanentes -Robert Plant, Jimmy Page y John Paul Jones- emitieron un comunicado oficial confirmando el cierre de actividades.
Esquelético y, en sus propias palabras, "sin piso", Page tardó meses en volver a tocar. La primera aparición pública del guitarrista fue el 10 de marzo de 1981, cuando subió al escenario en el Hammersmith Odeon de Londres junto a Jeff Beck.
La canción elegida por los excompañeros de Yardbirds fue “Going Down”, de Alabama State Troupers.
A medida que se difundieron los rumores sobre si estaba o no involucrado con las drogas, también se especuló si la carrera posterior a Zeppelin de Page se limitaría a apariciones especiales con otros músicos. Se sabía que Led tenía una obligación contractual de entregar un último disco a Atlantic Records –cumplida con el álbum sobrante “Coda” (1982), pero después ¿qué pasaría?
Lo que sucedió fue que una oportunidad toco literalmente la puerta de Page, cuando su vecino, el director de cine Michael Winner, lo prefirió a Isaac Hayes y se acercó a él para componer la banda sonora de “Death Wish II”, la secuela del clásico “Death wish ” (1974), película protagonizada por Charles Bronson; la obra cuenta la historia del arquitecto Paul Kersey, quien luego de que su hija es asesinada por una pandilla, decide convertirse en justiciero.
Page tuvo ocho semanas para completar el proyecto. Para ello, recicló ideas “Who's to Blame”, cantada por Chris Farlowe (Colosseum/Atomic Rooster), se hizo eco de “In the Evening” de Led– y apeló a la música clásica, acelerando y electrizando un preludio de Chopin para el propiamente llamado “ Preludio". A pesar de la calidad presentada, la partitura pasó tan desapercibida como la película.
-Un nuevo Inicio-
Después de esto junto a Paul Rodgers, exvocalista de las bandas Free y Bad Company con quienes había actuado con éxito en Estados Unidos en 1983, Page formó “The Firm”, que también contó con el bajista Tony Franklin (ex-Roy Harper), el baterista Chris Slade (ex-Roy Harper) y Uriah Heep (futuro miembro de AC/DC).
Paul Rodgers en una entrevista declaro sobre cuál era el propósito de este nuevo proyecto musical:
“Se trataba de traer a Jimmy de vuelta al volante, haciendo rock 'n' roll. Ese fue mi gran propósito. Y me alegró mucho volver a verlo en forma. Musicalmente, me gustaron muchas cosas que hicimos creativamente. Y organizamos espectáculos increíbles”.
The Firm lanzó dos álbumes: "The Firm" (1985) y “Mean Business” (1986), y aunque Jimmy se negó a tocar temas de Led Zeppelin, la última canción de su álbum debut, "Midnight Moonlight", era una canción inédita de Led Zeppelin.
El propósito de Paul Rodgers fue cumplido y después de que Jimmy contrajera nupcias con Patricia Ecker en diciembre de 1986, Page comenzó a formular lo que sería su primer y único álbum en solitario. Un año y medio de intenso trabajo y experimentación con grabaciones en capas dio como resultado “Outrider”, lanzado el 19 de junio de 1988.
Acompañado por un equipo que incluía, entre otros, a los bateristas Barriemore Barlow (Jethro Tull) y Jason Bonham, Jimmy compartió las vocales junto a tres grandes: Robert Plant, Chris Farlowe y el fallecido John Miles.
De esta forma Page hizo las paces con el rock and roll y el blues de su pasado. El disco consigue sonar más sencillo y directo que el doble de The Firm, pero conservando el tono moderno.
Después de esto volvió a incluir en su gira temas de Led Zeppelin como “Over the Hills and Far Away”, “Custard Pie” y, sobre todo, una versión instrumental de “Stairway to Heaven”, que cerró las actuaciones con una nota alta.
De vuelta en las giras, Page se dedicaría a remasterizar el catálogo anterior de Led Zeppelin para su lanzamiento en CD. Revitalizado por la experiencia y satisfecho con el resultado que llegó a las tiendas en 1990, el guitarrista se encontró listo para los próximos esfuerzos musicales de la nueva década, que atraerían aún más a su pasado.
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