Nick Mason, baterista icónico de Pink Floyd, no solo encuentra su pasión en la música, sino también en la velocidad de los automóviles.
En un emocionante capítulo de su vida, Mason cumplió su sueño de participar en las 24 Horas de Le Mans durante el proceso creativo de 'The Wall' en 1979.Con su vehículo, un Lola T297, y un equipo decidido, Mason se lanzó a la pista el 9 de junio de 1979.
A pesar de la lluvia torrencial y 24 horas de intensa competición, contribuyó con 7 horas de tiempo de conducción. Sorprendentemente, el equipo, The Dorset Racing Association's Lola, se clasificó decimoctavo, completando 260 vueltas a una velocidad promedio de 111 millas por hora.
En una curiosa vuelta del destino, Mason fue superado por un compañero musical en la competencia. Su mánager, Steve O'Rourke, también un entusiasta de las carreras, quedó duodécimo con un Ferrari.
Además, la estrella de cine Paul Newman alcanzó el segundo lugar en su Porsche.
Este no sería el único encuentro de Mason con Le Mans, ya que participó cuatro veces más antes de retirarse en 1984.
Aunque su amor por los automóviles se mantiene, con más de 30 en su colección, Mason confiesa que cuando conduce, prefiere el sonido del motor sobre cualquier música.
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