El futuro de Black Sabbath sigue siendo una pregunta que ronda en la mente de los fanáticos y, aunque la idea de una reunión siempre despierta el entusiasmo, la realidad de la salud y las circunstancias de los miembros de la banda a menudo plantea desafíos considerables. El bajista, Geezer Butler, recientemente compartió sus pensamientos sobre una posible reunión en una entrevista para el podcast Rock Experience, transmitiendo tanto su entusiasmo como las limitaciones que el tiempo y la salud imponen.
Si bien Geezer Butler es percibido como uno de los miembros más saludables del icónico cuarteto, con 74 años a cuestas, incluso él se enfrenta a las inevitables complejidades de la edad. En la entrevista, cuando se le preguntó sobre la posibilidad de un nuevo reencuentro en el escenario, expresó:
"Si valiera la pena y todos estuviéramos interesados, sí, lo haría. Pero solo si fuera un espectáculo único. No podría volver a salir de gira".
Estas palabras sugieren que, a pesar de su amor por la música y su conexión con la banda, Butler es realista en cuanto a las demandas físicas y emocionales que una gira completa implicaría. A medida que envejecemos, enfrentamos desafíos que trascienden la pasión artística, y es evidente que Geezer está comprometido con mantener su bienestar y energía en el centro de sus decisiones.
Curiosamente, Geezer reveló que estuvo a punto de unirse a sus compañeros, Ozzy Osbourne y Tony Iommi, en la ceremonia de clausura de los Juegos de la Commonwealth de 2022 en Birmingham. El dúo interpretó "Paranoid", un clásico de Black Sabbath, en un emotivo momento que pudo haber sido más completo con la presencia de Butler. Sin embargo, problemas de salud, como una costilla rota y la recuperación de Covid, lo obligaron a perderse este emotivo encuentro.
La conversación con Geezer también desentrañó su intento de continuar su pasión musical a través de su proyecto posterior a Black Sabbath, Deadland Ritual. A pesar del entusiasmo inicial de los miembros, la dura realidad del estilo de vida de giras, con hoteles modestos y comida económica, eventualmente mermó el interés del grupo.
Geezer admitió que, aunque todos tenían la experiencia, el esfuerzo no pudo resistir los desafíos prácticos.
Las palabras de Geezer Butler pintan un cuadro realista y sensible de un músico que valora su bienestar, su música y su legado. La esperanza de un último espectáculo de reunión se mantiene viva, pero la necesidad de abordar las limitaciones físicas y las prioridades personales es un recordatorio importante de que, incluso para los íconos del rock, la vida sigue siendo un equilibrio constante.
Comments